Estancia La Fernanda Restaurante, Navarro provincia de buenos aires. Chacra n° 5, Cuartel 1, Navarro C.P. 6605, Buenos Aires, Argentina
Instagram: 👩🏼🍳@mfernandacioffi – email: hola@lafernanda.com.ar
Estancia para pasar el día 🌾 Si un día no te alcanza tenemos dormis 🏡
Reservas y consultas… Chatea en WhatsApp con el +54 11 2594-8530
Como llegar a LA FERNANDA de NAVARRO
Dia de campo en Navarro
Día de campo
A partir de las 10:30 horas
Desayuno
Tostadas, pan de campo, buñuelos, manteca, dulce de leche con mermelada casera.
Almuerzo
Aperitivos
Surtido de fiambres, empanadas, tomates asados, encurtidos caseros y locro.
Plato principal
Platos a la parrilla (bife, asado, pollo, chinturine, riñón, chorizo, morcilla) con ensalada y papas fritas.
Disco de arado de ternera a la parrilla con patatas fritas.
Canelones de verduras con salsa mixta.
Postre (uno a elegir).
Flan casero (dulce, crema o mixto).
Budín de pan casero, de crema, de nata o mixto.
Pera de Borgoña con crema.
cassatta
Tortitas con dulce de leche
Merienda
Tortas y mates de pastelería.
Costo por persona. Bebidas no incluidas.
Los niños de 3 a 10 años pagan el 50%.
Costo de la piscina: consultar
IMPORTANTE
Pago Sólo en efectivo.
No se aceptan tarjetas de crédito.
No se permiten bebidas.
El horario de atención es de 10:30 a 18:30.
No se expiden permisos de conducir.
Sólo con reserva previa.
No se admiten animales de compañía en la sala de almuerzo/desayuno.
Fin de semana en las Cabañas de La Fernanda
Plan
Desayuno, comida, merienda y cena el primer día.
Desayuno, comida y merienda el último día, sin incluir las bebidas, por persona.
La habitación está equipada con somier de 2 plazas, literas, baño privado, ropa de cama, colchón, TV digital, calefacción, ventilador de techo, blackout.
No se incluyen las toallas de piscina.
Disponibilidad de 4 habitaciones para un máximo de 4 personas.
Condiciones.
Por favor, confirme su reserva.
Sólo en efectivo.
Niños de 3 a 10 años pagan el 50%.
No se admiten mascotas
HISTORIA LA ESTANCIA LA FERNANDA
Historia:
Esta foto tiene unos 15 años y la primera persona que cuenta esta historia soy yo, Fernanda, la propietaria y gerente de la finca.
Muchos de ustedes deben saber que yo servía a los huéspedes en el restaurante.
Los que no me conocen pueden confundirme con una empleada más, pero ahí está el secreto de este restaurante.
En el lugar, en cada detalle, en contacto directo con ustedes.
Así es como sucedió.
Todo empezó en 1994, cuando nuestra familia decidió comprar una especie de «granja de fin de semana» como terreno de recreo.
En 2000, con el país en una situación muy desfavorable, yo estaba separada, tenía cuatro hijos pequeños y necesitaba crear una fuente de ingresos, así que decidimos convertir el espacio en un restaurante.
Siempre me ha gustado la cocina y he heredado esta pasión de mi madre y mi abuela, que cocinaban.
Mi madre, que ahora tiene 81 años, era la que montaba ordenadamente una tabla de embutidos lista para comer en la puerta de casa.
Tengo una actitud muy buena. (Este ejemplo merece su propio capítulo).
Nunca pensé en la cocina como una carrera, era más bien una afición.
Antes era profesora de guardería, tenía una tienda y trabajaba como ayudante de cocina en un restaurante del centro de la ciudad.
Empecé a dirigir el restaurante el 20 de marzo de 1999. Para ser sincera, fue un trabajo muy, muy duro.
Era muy difícil conseguir que la gente nos conociera y viniera a este lugar.
Como mucho, sólo podíamos reunir a unas 30 personas. Nos decían una y otra vez que «este país no tiene el entorno adecuado para montar un negocio», lo que era realmente desfavorable.
Además, teníamos niños de 10, 9 y 5 años y un bebé recién nacido. Todo era muy difícil.
Pero algo dentro de mí me decía que esto tenía que seguir adelante, que tenía potencial, que nadie podía decir que no iba a funcionar si ponía toda mi energía y voluntad en este proyecto.