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Fotos Casual

¿Qué es foto casual?

Significado

La expresión «foto casual» o «fotografía casual» hace referencia a una fotografía tomada de manera espontánea y natural, sin una planificación previa.

A menudo, estas fotos capturan momentos genuinos y auténticos de la vida cotidiana, en los que las personas no están posando ni tratando de lucir su mejor aspecto.

Debido a su naturaleza informal, las fotos casuales pueden transmitir una sensación de autenticidad y cercanía que las fotos más elaboradas no pueden lograr.

Aunque las fotos casuales pueden parecer simples, pueden tener un gran significado para las personas que aparecen en ellas. En ocasiones, estas fotos pueden capturar momentos únicos y especiales que no se repetirán, como una risa compartida entre amigos, un abrazo entre familiares o una mirada de complicidad entre enamorados.

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En otras ocasiones, pueden ser una forma de recordar momentos más cotidianos, como una tarde en casa con la familia o una caminata por el parque con los amigos.

Cómo hacer fotos casuales y retratos naturales

El truco es este. Así es como lo hago yo a mis Fotos Casual.

Para obtener una foto casual, por supuesto, no tienes que hacer exactamente lo que describo, o puedes aplicar un sistema más efectivo.

Para que quede claro, lo que voy a compartir contigo es mi sistema para crear retratos naturales y casuales, y si te gusta, puedes ponerlo en práctica.

Creo que la gente en el trabajo piensa que para conseguir los retratos relajados que nos gustan y que se sienten naturales, puros y cálidos, hay que dar un paso atrás completamente y capturar el momento tal y como se desarrolla.

Esto es completamente cierto, pero también completamente erróneo.

Me parece que las personas que no reciben una orientación previa y con confianza, tienen muy poco tiempo para relajarse, por lo que sus retratos no son naturales y acaban siendo actuaciones incómodas y falsas.

Crear retratos naturales o más bien fotos casuales, no es difícil, pero hay que dar varios pasos. Aquí explico lo que hago uno por uno.

1. Conocer a la persona.

Tienes que conocer a la otra persona y entablar una conversación con ella, aunque sólo intercambies unas palabras.

Puedes empezar este paso aunque no hayas conocido a la otra persona físicamente y sólo hayas intercambiado correos electrónicos.

Intenta ser siempre tú mismo para que te conozcan, se sientan cómodos desde el principio y no se lleven ninguna sorpresa desagradable.

Esta relación comienza ya en el primer contacto, por ejemplo enviando un correo electrónico para confirmar una cita para una foto.

Mi consejo es ser siempre yo mismo para que me conozcan y se sientan cómodos conmigo desde el principio.

Considero que mi estilo fotográfico es una extensión de mi personalidad, así que me centro en que se sientan cómodos en su relación conmigo.

Esto permite que se sientan en confianza al realizar una sesión de retrato sin prejuicios y, francamente, me permite conocerlos.

Una vez que la sesión comienza, suelo dar a mis clientes una sensación bastante sólida. Sé lo que necesitan que haga para lucir lo mejor posible.

2. Planificar algunas tomas para romper el hielo.

Siempre espero que las primeras diez tomas sean malas, y es normal. No eres tú quien está nervioso, sino la persona que está delante de la cámara.

Pero eso no significa que tengas que esperar a estar acomodado para conseguir una buena toma. Te recomendamos que empieces a trabajar en cuanto llegues al lugar.

Te aseguro que te relajarás en pocos minutos.

Es como saltar al mar. Si todavía estás fuera, tardarás en entrar, lo que es mucho más difícil que saltar directamente y dejar que tu cuerpo se acostumbre a la temperatura.

3. Haz que el lugar sea tu amigo.

Por lo general, me resulta más fácil hacer un buen trabajo fotográfico si ya conozco la personalidad de mis clientes antes de llegar al lugar donde se realizará la sesión. Además, es importante que ellos también me conozcan a mí.

Si mis clientes son un poco tímidos, no los llevaré a un lugar lleno de gente para que posen para las fotos. En su lugar, elegiré un lugar más íntimo donde se sientan cómodos y relajados para que las fotos queden más naturales.

Es importante que me familiarice con el lugar antes de empezar a tomar las fotos para que pueda elegir el mejor lugar para cada momento. Es importante que tanto el cliente como yo estemos inspirados en el lugar donde vamos a tomar las fotos.

Aunque en la mayoría de las ocasiones me concentro en encontrar la mejor luz disponible para las fotos, a veces me resulta difícil prestar atención a lo que está ocurriendo en el momento con mis clientes, ya que mi enfoque principal está en la luz.

A veces tenía que sacrificar esa grandiosa luz natural para que el cliente se sintiera cómodo.

Al final, debo reconocer que una luz brillante y desagradable es mucho peor que una luz que puede no ser tan intensa, pero que está relacionada directamente con el objeto o sujeto iluminado.

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